El director del Kursaal asegura que la actividad en este segmento ha recibido un fuerte impulso desde la pasada Semana Santa
Iker Goikoetxea, presidente de la Asociación de Palacios y Congresos de España (APCE) y director general de Kursaal en Donostia, valora en una entrevista para AGENTTRAVEL la situación presente del turismo de ferias y congresos con buenas vistas para el próximo año dada la gran recuperación de las reservas, aunque en el clima actual convivan los formatos híbrido y presencial y la amenaza de una posible recesión enturbie la confianza.
¿Se ha recuperado la actividad MICE en 2022? ¿Qué previsiones tienen para 2023?
Podemos decir que la recuperación en el sector de los eventos ha comenzado a afianzarse en este 2022. Habiendo comenzado el año de forma difícil, debemos recordar que en enero y febrero tuvimos aún restricciones de aforo.
La actividad registrada desde Semana Santa hasta hoy está siendo afortunadamente muy dinámica, muy importante, y mayor de lo que inicialmente habíamos previsto.
En número de eventos y de asistencia, la primavera fue buena y este otoño también está transcurriendo de forma normalizada, por lo que prevemos cerrar 2022 con cifras cercanas a las del 2019. No las superará, pero se acercará, y la idea es que en 2023 o 2024 recuperemos las cifras prepandemia.
“Si los organizadores quieren tener éxito en términos de implicación, ello pasa por la presencialidad”
De cara a 2023, las previsiones son buenas y hay una expectativa de que la recuperación que se está viviendo de la actividad MICE, y más específicamente del segmento congresual, tenga una continuidad en el tiempo y a la vista de las reservas que tenemos somos optimistas. La actividad de congresos de ámbito mundial está todavía en proceso de recuperación, ya que todavía falta la apertura de movimiento de los países asiáticos y su presencia en los congresos internacionales.
Asimismo, no somos ajenos al clima macroeconómico que se nos anticipa y somos cautos en cuanto al efecto que una potencial recesión económica pueda influir en nuestra actividad, sobre todo en el segmento corporativo, que es más sensible a movimientos macroeconómicos. Aun así, las previsiones que manejamos de cara al año que viene son buenas.
¿Han cambiado las exigencias de los congresistas tras la pandemia?
Fruto del parón que hemos sufrido con la pandemia y en la lógica necesidad del ámbito asociativo de recuperar sus congresos, estamos viviendo cierta aceleración en la planificación de estos, pero creemos que los tiempos de planificación y organización volverán a su cauce habitual. Esta situación nos ha exigido una mayor adaptabilidad y flexibilidad en la forma de organización si cabe, pero entendemos que es una situación coyuntural.
La irrupción de la COVID-19 introdujo en los eventos una nueva realidad, en la que el formato online e híbrido fueron imprescindibles para poder llevarlos a cabo. Desde otoño de 2021, hemos vivido una vuelta a la presencialidad en los congresos. Si los organizadores quieren tener éxito en términos de implicación, motivación de las personas, transmisión de ideas, crear lazos… todo ello, con un claro contenido humano, pasa por la presencialidad, y así nos lo trasladan.
Goikoetxea es director general del Palacio de Congresos y Auditorio Kursaal, ubicado en San Sebastián.
Por ello, creemos que la presencialidad no es solo necesaria, sino imprescindible. Y otra cosa es, como también ocurría antes de la pandemia, el buen uso de la tecnología, que como un elemento complementario permite ampliar barreras geográficas y que lo que acontece en un palacio pueda tener un eco mayor y más alcance a través de dicha tecnología.
¿Cómo hacen para que sus eventos sean cada vez más sostenibles?
La sostenibilidad es ahora más que nunca una prioridad en el ámbito empresarial y, por supuesto, en la organización de todo tipo de eventos. Algunas de las prácticas de sostenibilidad más comunes que se están aplicando en los eventos son, por ejemplo, minimizar el uso de papel a través de una mayor digitalización, política de plástico cero, aplicar medidas de ahorro de energía y agua o reducir y separar los residuos que puedan producirse.
“La organización de eventos sostenibles trae beneficios comunitarios”
Otras de las medidas que se están aplicando son incluir productos locales en la oferta de restauración y catering, así como medidas para reducir la huella de carbono de los eventos.
Dentro del compromiso de seguir reduciendo, en la medida de lo posible, el uso de materiales de un solo uso, algunas de las decisiones que se están adoptando son, por ejemplo, que los stands en las ferias sean realizados con materiales reciclados y sean reciclables.
Igualmente, se reciclan las lonas y las moquetas o alfombras, dándoles una segunda vida y convirtiéndolas en un nuevo producto y evitar así que terminen siendo un desecho. En lo relativo a la energía, como infraestructura, tenemos la inquietud por una mayor eficiencia en el consumo y por la transición a que mayoritariamente la energía consumida provenga de fuentes renovables, por ejemplo, con el abastecimiento a través de la instalación de placas solares. La organización de eventos sostenibles trae beneficios comunitarios, constituyendo un acto de responsabilidad con el entorno social, así como con el ambiental y personal.
