“La situación es muy difícil. Igual en otro país, nuestra situación podría ser mejor. Podríamos tener nuestro propio negocio y nuestras hijas podrían ir a la escuela”, dice Asim Bukhari, refugiado paquistaní que lleva más de un año viviendo en el campo de refugiados de Eleonas, en Atenas, con su mujer y sus dos hijas, de 6 y 8 años. Su caso es sólo uno de los miles que, aunque no vemos en las noticias a diario, están pasando en estos momentos en Europa.
Durante los últimos años, miles de personas han tenido que dejar sus países de origen huyendo de conflictos armados. Después de interminables viajes a través de varios países para llegar a Europa, aquellos que finalmente llegan a la tierra prometida, se encuentran con fronteras cerradas o atrapados en campos de refugiados esperando la regularización de su situación.
Uno de los apoyos más importantes que las personas refugiadas tienen en los campos es el de los voluntarios y voluntarias que construyen estructuras para mejorar sus condiciones de vida y organizan actividades para que niños y adultos tengan una vida lo más cercana a la normalidad posible dada su situación. Andreas Ashikalis, responsable del Proyecto Elea en el campo de Eleonas, explica que “es importante entender que los refugiados no consideran el campo como su casa. Su casa fue destruida y ahora están esperando ir a otro lugar para una situación más permanente y esperanza para una vida mejor”.
Esta es sólo una de las razones que hacen de la reubicación de personas refugiadas una necesidad inmediata a la que los Gobiernos Europeos deben hacer frente. En Septiembre de 2015, los estados miembro de la Unión Europea se comprometieron a reubicar 160.000 personas refugiadas. Sin embargo, en noviembre del 2016, sólo se había encontrado un nuevo hogar al 4,5% de ellos.
Para afrontar este hecho y encontrar una solución lo antes posible, Vision Communication ha estado trabajando con la red Eurocities para promover su iniciativa Solidarity Cities, que defiende una distribución justa de las responsabilidades a través de la Unión Europea y que lucha para incluir a las autoridades locales en la gestión de la crisis de los refugiados. La iniciativa fue presentada en Atenas, donde representantes de autoridades locales de varias ciudades europeas, se reunieron para compartir conocimientos y experiencias en la integración de personas refugiadas y para estudiar posibilidades de futuro a nivel de colaboración entre ciudades.
Algunas localidades europeas, como Barcelona, ya han reivindicado su voluntad y su disponibilidad de recursos para acoger personas refugiadas, aunque la cuestión sigue en manos de los gobiernos nacionales. Sin embargo, las ciudades suelen ser el primer punto de contacto con las personas refugiadas reubicadas y, por lo tanto, las autoridades locales son las que están haciendo frente al reto de la integración. Por esta razón, las ciudades que en este momento participan en la iniciativa Solidarity Cities se están centrando en la integración, una de las mayores dificultades cuando la reubicación ha sido asegurada.
Vision Communication seguirá trabajando para apoyar la integración de personas refugiadas por toda Europa. #comm4action.
Vision Communication apoya la integración de personas refugiadas en Europa
