La semana pasada, presenté una ponencia sobre los medios sociales ante el Capítulo de Calgary de la ISES. Uno de los comentarios que hizo un miembro del público sobre por qué andaba con pies de plomo a la hora de utilizar los medios sociales en su negocio fue el siguiente: "En cuanto publique algo en mi blog o página de Facebook, mis competidores copiarán mi idea". No cabe duda de que las ideas se extienden y se adoptan a una velocidad asombrosa. Solo hay que fijarse en la popularidad de los bigotes de disfraz que se sostienen con una varilla (que actualmente causan furor en las bodas, por razones que no logro entender) para ver un ejemplo de este fenómeno. Solo hace falta que una persona plante la semilla de una idea y solo unas pocas más para compartirla para que se convierta en una tendencia seguida por miles de personas.
En lugar de verlo como algo perjudicial, espero poder convenceros que es de hecho algo positivo:
- No existe idea que no tenga su propia fuente de inspiración. En realidad es muy probable que vuestras ideas fueran inspiradas por otra cosa o persona.
- Si mantienes en secreto tus ideas, corres el riesgo de caer en el anonimato. Hace bastante tiempo leí un libro que recomiendo a todo el mundo: Step Into the Spotlight (no dejéis que el aspecto chusquero del sitio web os eche para atrás). Como dice el autor: "Un experto no es alguien que sepa algo. Un experto es alguien que se conoce por saber algo". Si os guardáis vuestras ideas, nadie sabrá que las tuvierais. Es así de sencillo.
- La única manera de conseguir que nuestro sector prospere es subir el listón. Creo que la pregunta más apremiante que tenemos que hacernos es cómo sería el sector de congresos y reuniones si nadie compartiera sus ideas. Nuestro sector lo necesita. Nosotros necesitamos compartir creatividad, inspiración, lecciones aprendidas, retos, etc. Es la forma en la que crecemos y prosperamos colectivamente. Este blog se fundamenta en esta creencia.
- No dejéis que vuestro último evento os defina. Hay dos clases de profesionales del sector de los eventos: aquél al que se mide por lo que ha hecho y aquél al que se mide por lo que es capaz de hacer. Cuando establecéis el listón, habéis creado una referencia y se supone que las marcas se deberían superar. En 1912, Don Lippincott corrió los 100m lisos en 10,6 segundos, marca que le permitió ostentar el título del "Hombre más rápido del mundo". Don ostentó el título durante nueve años antes de que Charlie Paddock se lo arrebató, con una marca de 10,3 segundos. Según mis cálculos, desde entonces 17 hombres han ostentado ese título… y habrá muchos más en el futuro. Cada uno de esos hombres aprendió del hombre que le había precedido. Pero cada hombre definió su propio éxito. A diferencia de los atletas, vuestros talentos y habilidades no están limitados por el tiempo.
Así que, ¿cuál es tu opinión? ¿Se deben compartir las ideas? ¿Se deben guardar bajo siete llaves?