Con el precio del barril de petróleo manteniéndose alrededor de los 60 dólares y la recuperación de las aerolíneas regulares, las de bajo coste podrían experimentar cierta dificultad, según se desprende de un informe de Reuters.
Economías sanas y una fuerte demanda
Haga lo que haga el petróleo, se espera que los billetes de avión aumenten de precio en 2007, incrementando los beneficios de las aerolíneas, debido a la buena coyuntura de la economía mundial y una fuerte demanda.
Coincidiendo con el siguiente bache económico, es posible que algunos operadores lo acusen más que otros. Al haber racionalizado sus operaciones a través de quiebras y la reducción de sus flotas, las aerolíneas regulares más establecidas se encontrarán en una posición inmejorable para capear la tormenta que se acerca. No así las aerolíneas de bajo coste, cuyo modelo funcionó de mil maravillas cuando el precio del petróleo se situaba entre los 20 y 30 dólares por barril. Con el barril a 60 dólares, el modelo empieza a resentirse.
En opinión de los expertos, el problema reside en que las aerolíneas de bajo coste no lo tienen fácil para bajar sus precios porque podría provocar una fuga de clientes hacia las aerolíneas regulares, que suelen ser más cómodas y puntuales tal como sugiere su nombre; o que dejen de viajar en avión. Así que puede que la industria, sobre todo los operadores de bajo coste, se vea inmersa en otra crisis marcada por las quiebras e incluso las liquidaciones.
Como en todo, no obstante, hay opiniones para todos los gustos, y otras fuentes indican que las aerolíneas regulares difícilmente podrían cubrir la gran variedad de destinos a los que vuelan los operadores de bajo coste; y como en todos los mercados, rige la demanda.
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Publicado
03/11/2006