Enmarcados en un paisaje de cordillera y mar, los Valles del Curicó (Chile) agrupan cerca de 20.000 hectáreas de viñas de gran tradición que han dado vida a sublimes vinos que brillan en prestigiosos concursos internacionales.
Los amantes del vino de Estados Unidos, Japón, Brasil y buena parte de Europa pueden dar fe de los excelentes caldos que esta comarca exporta al mundo y cuyas cepas de mayor renombre son Cabernet Sauvignon, Merlot, Shiraz y sobre todo, Carmenère, una de las más solicitadas internacionalmente ya que durante años se consideró extinguida.
Ahora, además de diseminar sus mejores selecciones más allá de sus fronteras, ha hecho una fuerte apuesta por el enoturismo reforzada por un entorno idílico para disfrutar la Ruta del Vino Valles del Curicó, que nos lleva 200km al sur de Santiago, la capital de Chile.
Su gastronomía e historia, sus costumbres y cultura, unida a atractivos naturales únicos –como la Reserva Natural Radal Siete Tazas, la Laguna Tarca o el Lago Vichuquén– y su tradición vitivinícola hacen esta ruta muy dinámica y sugestiva, al brindar la oportunidad de escrutar desde la gran industria del vino a las viñas y bodegas-boutique, desde la auténtica tradición de la enocultura hasta las últimas tecnologías.
Dieciséis bodegas de las comunas de Curicó, Sagrada Familia y Molina se han unido para abrir sus puertas a los visitantes que quieran conocer sus hermosas viñas y cavas, el proceso de elaboración y vinificación, y degustar las mejores selecciones de estos caldos del corazón vitivinícola de Chile en un paisaje espectacular.
Entre las múltiples actividades que se pueden practicar en estos valles, una de las zonas campestres más hermosas del país, se puede elegir entre la visita al parque y la casa colonial de Viña Casa Donoso, la iglesia fundada por la familia bodeguera en Viña Mario Edwards, a orillas del Río Lontué, o las excursiones ‘cabalgata’ de un día por los terrenos de Viña Corral Victoria.
Viña Villa Golf, situada en Maule, dispone de instalaciones para disfrutar de la práctica del golf, mientras que Viña Vía Wines, ubicada junto al volcán Cuenta, está también rodeada por 90 hectáreas de olivos.
Tours de fotografía, visitas a las casas patronales, avistamiento de fauna o almuerzos regados con sus caldos más selectos son algunas de las posibilidades que las bodegas del Valle del Curicó, que en su mayoría disponen de casa de huéspedes, ofrecen a los turistas que quieran deleitarse con sus caldos y el goce de la naturaleza.
Villa Gilmore dispone de alojamientos ennoblecidos con el ‘spa’ inspirado en el vino y un jardín de variedades autóctonas de flora y fauna donde disfrutar de sus destacados vinos de autor.
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Publicado
08/06/2009