Las prácticas encaminadas a proteger el medio ambiente se sitúan actualmente en el centro del debate del sector turístico de EE.UU., y no sólo porque los turistas lo demandan, sino también porque ahorran dinero a la larga.
Una novedad dispendiosa
Hace varias décadas, las prácticas ecológicas se veían como novedad dispendiosa, que casi siempre consistían en pedirles a los clientes que reutilizasen las toallas, y en la instalación de varios paneles solares en el techo para generar corriente para las luces de la piscina.
Hoy en día, los programas ecológicos de la mayoría de las grandes cadenas americanas son muy extensos y abarcan desde bombillas de bajo consumo y tarjetas llave para activar el suministro eléctrico en las habitaciones hasta sistemas de reciclaje de aguas residuales y grifería especial para regular el flujo de agua. Para obtener la muy solicitada certificación medioambiental (ISO 14001 en la UE), muchos hoteles y proveedores de servicios van incluso más allá que estas medidas con la instalación de ventanas dobles, el uso de productos de limpieza ecológicos, la potenciación de productos en envases de vidrio, reduciendo así los desechos de plástico y metal, la elección de proveedores con criterios ecológicos, el uso de papel reciclado y sin cloro o coloreado, etc.
Una generación con conciencia ecológica
Lo que ataño se consideraba un desperdicio ya supone un gran ahorro para el sector hotelero. Además, lo ecológico es algo que marca diferencias y atrae a un público cada vez más concienciado y exigente. Todos los actores en el sector turístico se han dado cuenta de ello y saben que muchos de sus clientes tienen en cuenta las prácticas medioambientales de un hotel o de una empresa turística a la hora de elegir.
Europa por delante de los EE.UU.
En Europa, las políticas medioambientales en el sector turístico –y de hecho en las demás industrias- están más desarrolladas que en los EE.UU. No obstante, los americanos son cada vez más conscientes del problema, lo que queda reflejado en el hecho de que ha aumentado sensiblemente el número de hoteles que solicitan el certificado medioambiental, expedido en el marco del programa Leadership in Energy and Environmental Design (LEED) por el Green Building Council.
