Hoy en día el programa Erasmus es una experiencia muy difundida en muchas Universidades de Europa. Cada año millones de estudiantes de toda Europa se trasladan a otros países con la intención de vivir algunos meses en contacto con otras culturas, idiomas y con otros estudiantes que están abordando la misma experiencia. ¿Pero qué significa Erasmus y qué conlleva en realidad?
El Erasmus (European Region Action Scheme for the Mobility of University Students) es un programa formativo europeo nacido en 1987 que promueve la educación intercultural y a nivel humano impulsa la igualdad y la aceptación del “otro”.
A nivel lingüístico cada año el programa Erasmus ofrece a sus estudiantes la ocasión de tener cursos on-line en la lengua del país en el que van a estudiar como apoyo – así que pueden mejorar y controlar todos los aspectos de la lengua.
Diferente es el nivel individual, o sea lo que vive personalmente cada estudiante. Cada joven que decide dar este paso va a cambiar totalmente su vida y lo entenderá solamente una vez que regrese a su país.
El programa Erasmus requiere que durante el día el estudiante siga las clases de la Universidad que lo acoge, pero por el resto del día él está libre para visitar o salir con los otros estudiantes.
Granada, por ejemplo, se considera una de las ciudades más famosas para los estudiantes que deciden vivir la experiencia Erasmus; En Granada hay muchas diferentes organizaciones
Erasmus que ofrecen a los estudiantes rutas de un día, fiestas, meetings, vacaciones por todo el país, etc.
Como consecuencia, normalmente, en menos de un mes un estudiante Erasmus motivado y puede estar integrado en un grupo de amigos. Granada ofrece así tantas oportunidades para conocer gente, que es casi imposible pasar un solo día en casa sin hacer nada.
Sin embargo, el Erasmus presenta dos caras de la misma moneda.
Por un lado, la sensación de libertad es fuerte. El deseo de aprender todo lo que se pueda. Está la diversión. La satisfacción de poder hablar otra lengua como fuese la tuya.
Por otro lado, hay también momentos difíciles en los cuales empieza a echar de menos la familia o necesita a una “cara amiga”. Esto es normal, es parte de la experiencia. ¿Cómo podemos convertirnos en personas mejores si nunca nos enfrentamos a momentos difíciles?
Como en la vida real, todo se acaba, y el estudiante al final entiende que todas las personas que ha conocido y que probablemente nuca volverá a ver otra vez, se quedarán en su memoria para siempre.
Para concluir, de alguna manera el Erasmus refleja la vida real: los dos representan un ciclo, cada inicio tiene que llegar a su final. Lo importante es que no tenemos que arrepentirnos del pasado, al revés, siempre tenemos que buscar los aspectos positivos que la vida y el Erasmus nos regalan.
Publicado
22/09/2017