Entusiásmate

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El presidente estadounidense Barack Obama utilizó el cambio como eje de su campaña, y se ha convertido en el tema central de su administración. Ahora bien, parece ser que la palabra "cambio" también se aplica a lo que está ocurriendo con los programas de incentivos.



Creo firmemente en el valor y los beneficios de los programas de incentivos; no obstante, debido a la actual recesión, muchos de nosotros hemos tenido que cambiar nuestros métodos y modificar la manera en la que implementamos estos programas, así como la forma en la que se perciben tales programas y recompensas.



La conclusión es la siguiente: tanto los empleados como los clientes siguen estando motivados por los incentivos y debemos aceptar de buena gana su valor. Cuando se recompensan a individuos por alcanzar objetivos, esto significa que han ayudado a la empresa a alcanzar sus metas. Los incentivos pueden hacer que la gente aprecie la empresa que los regala y que participe dentro de ella. He descubierto que a los empleados y clientes les entusiasma la idea de participar en programas de incentivos porque les enorgullece sobremanera haber desempeñado un papel en el éxito de la empresa. Es el programa de incentivos en sí el que les empuja a ayudar a la empresa a alcanzar sus metas.



Lo que hay que determinar en esta nueva economía es lo que se percibe como apropiado. Opino que la disponibilidad de opciones para incentivos nos ayuda a determinarlo. Por poner un ejemplo, he oído a muchos empleados y clientes decir que, actualmente, no les parece de recibo los incentivos de dinero en efectivo. Este tipo de incentivos no sólo priva a los destinatarios de cualquier tipo de “trofeo” para demostrar su valía, sino que también se antoja simplemente frívolo en la coyuntura actual. El dinero en efectivo sigue siendo una opción, pero no es la única.



Creo en el valor de los productos de marca como opciones de incentivo. La gente quiere algo que normalmente no puede conseguir por sus propios medios o permitirse, y en muchos casos una marca se lo proporciona. En muchas ocasiones, el hecho de no ofrecer una marca como incentivo mina el éxito de un programa de este tipo. Por lo tanto, se va en dirección contraria a la meta, que es entusiasmar a tus empleados y clientes y animarles a hacer un esfuerzo extra por la empresa.



Para nuestro sector, los programas de incentivos con varias opciones siguen proporcionando mucho valor como herramienta. Al igual que muchos aspectos de nuestra sociedad, hemos de estar dispuesto a hacer, adaptar y modificar a fin de salvaguardar estos programas como parte valiosa de nuestra cultura. No se me ocurre otro sector que haya comprendido y manejado los cambios mejor que el nuestro, y lo considero llanamente como otro aspecto del nuevo sector de congresos y reuniones. One+



STEVE KEMBLE ha ideado y organizado numeroso eventos internacionales durante los últimos 20 años, desde la celebración de los logros de los jugadores del NFL hasta la organización de fiestas para dos presidentes. Para contactar con él visite su sitio web o seguirle en Twitter @stevekemblechat.

Publicado
18/06/2010