La celebración de estas citas de interés internacional generan, entre otros aspectos, la creación de establecimientos ad hoc, que luego se convierten en referente hotelero en la ciudad; como el Barceló Renacimiento, que cumple en 2012 dos décadas desde su apertura.
Sevilla le debe a la Exposición Universal más que haberla convertido en el eje del mundo en 1992. De entre las infraestructuras que se desarrollaron para dar respuesta a una cita de esa magnitud, el hotel Barceló Renacimiento, del que se cumplen 20 años desde su apertura, se ha convertido en un referente que sitúa a la capital hispalense, además de cómo destino vacacional, también como icono del mejor turismo de negocios.
El Barceló Renacimiento se separó de la idea preconcebida de hotel, actualizando las pretensiones de otros establecimientos construidos para este tipo de eventos, e incorporó a tal fin elementos diferenciales y diferenciadores a la oferta hotelera de la ciudad. Una plantilla que llegó a alcanzar los 250 profesionales, reclutados de muchos de sus ya históricos y reconocidos hoteles; su moderno concepto arquitectónico de Atrio, hasta entonces desconocido en Sevilla, como un espacio más rico de interacción social, ambiental y estética; su ratio de metros cuadrados construidos por habitaciones, que alcanzaba los 150m2, frente a los 70m2 convencionales de la mayoría de los competidores de su categoría; o su avanzada infraestructura de telecomunicaciones.
El Barceló Renacimiento en Sevilla
Un mismo objetivo, dos conceptos hoteleros
Barceló Renacimiento fue concebido como el gran hotel emblema de la Exposición Universal de Sevilla de 1992, al igual que otro de los hoteles más reconocidos de Sevilla, inaugurado coincidiendo con la Exposición Iberoamericana de 1929: más de 60 años de diferencia que muestran la evolución del concepto hotelero.
Mientras que el más veterano fue diseñado bajo los cánones propios del gusto historicista tan habituales en los edificios que se construyeron en aquella época, respondiendo a la tendencia ganadora en establecimientos de París o Nueva York, y siendo la cara más exclusiva del país ante el mundo, el Barceló Renacimiento recoge un estilo más pulido, sencillo, pero efectivo. El hotel apostó por la especialización hotelera hacia el ámbito de los eventos, adelantándose a una tendencia en la que ahora es líder: un nuevo concepto de espacios y de estética, un hotel más abierto a su entorno próximo, que ha ido abriendo espacios en su arquitectura original que ha resultado ser la opción ganadora.
Grandes habitaciones y espacios comunes, y un moderno centro de convenciones de gran capacidad creado en 2003, que supusieron toda una revolución para la industria turística y hotelera de Sevilla, reposicionando la ciudad en este estratégico mercado, que ha traído al mismo importantes eventos de trascendencia mundial. Un establecimiento de referencia que afronta con renovadas ilusiones y propósitos el comienzo de su tercera década de vida.