Aprender votando

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Las sesiones de formación de las empresas cuentan con un importante aliado gracias a la tecnología. El sistema electrónico de votación en directo, a través de mandos inalámbricos para responder a preguntas programadas en PowerPoint, está permitiendo que los procesos de aprendizaje sean más cómodos, sencillos e inmediatos.



Los mandos de voto interactivos tienen una especial incidencia en el sector farmacéutico-médico-sanitario. De hecho, cada vez son más las compañías que apuestan por este tipo de tecnología a la hora de transmitir conocimientos a sus empleados.



La tecnología se alía con la formación

La formación es una de las piedras angulares en cualquier compañía. De ahí que el uso de herramientas que potencien el aprendizaje entre los empleados sea considerado por muchos especialistas como un valor añadido a la hora de transmitir el conocimiento. Entre estas herramientas destacan los mandos de voto electrónico desarrollados por PowerVote.



Las sesiones de formación de las empresas cuentan con un importante aliado gracias a la tecnología. El sistema electrónico de votación en directo, a través de mandos inalámbricos para responder a preguntas programadas en PowerPoint, está permitiendo que los procesos de aprendizaje sean más cómodos, sencillos e inmediatos.



Los mandos de voto interactivos tienen una especial incidencia en el sector farmacéutico-médico-sanitario. De hecho, cada vez son más las compañías que apuestan por este tipo de tecnología a la hora de transmitir conocimientos a sus empleados.



Según Ángel Herreros Villoria, responsable y coordinador de proyectos de formación continuada del Colegio de Ópticos-Optometristas, los votadores interactivos son “un extraordinario recurso para mejorar la metodología docente”.



Además, para Sonia Solbes Godina, técnico del departamento de formación de Farma Prescripción de Boehringer Ingelheim España, estos sistemas aplicados a la formación constituyen una herramienta de gran utilidad a la hora de agilizar los procesos de formación interna dentro de la compañía. “Utilizamos los mandos para pedir la opinión sobre temas concretos, testear el grado de comprensión de algún concepto durante una sesión de aprendizaje o para examinar a los delegados”.



No obstante, según Ángel Herreros Villoria, aún existen promotores de programas de formación continuada que no se atreven a implementar este sistema en sus proyectos docentes, por un infundado temor ante su complejidad de manejo. Un miedo “que en estos momentos carece sentido, gracias al esfuerzo de los desarrolladores para facilitar una plataforma y un lenguaje de carga del sistema muy intuitivo”, insiste el responsable y coordinador de proyectos de formación continuada del Colegio de Ópticos-Optometristas



Utilización y experiencia

El empleo de esta herramienta es muy dispar de una compañía a otra. Hay empresas, como el caso de Recordati, que la utilizan en ocasiones muy concretas, como explica Marta Jarque de la Gandara, training manager de esta farmacéutica: “hemos recurrido a los mandos en dos o tres ocasiones para realizar test de formación en alguna convención de ventas”.



Pero también hay compañías que han generalizado el uso de los votadores en la práctica totalidad de los procesos de formación. Así, Boehringer Ingelheim España, utiliza desde hace bastante tiempo “los votadores electrónicos no sólo en los cursos de formación, sino también en los comerciales y de ventas”. La compañía dispone de un total de 45 mandos en propiedad.



Pero la experiencia más lejana en el tiempo en este campo la tiene el Colegio de Ópticos-Optometristas. Corría el año 1998 y por primera vez en España se impartía un proyecto docente para más de 80 Ópticos-Optometristas, usando una plataforma de video interactivo. “Aquella plataforma no era compatible con PowerPoint, lo que originaba una terrible complejidad a la hora de cargar las preguntas y respuestas”, recuerda Ángel Herreros.



Por otra parte, los mandos de aquella época eran más grandes y pesados, “además de que suponían casi el triple de coste de alquiler o compra que los actuales”. No obstante, y pese a las limitaciones de aquellas primeras herramientas, el responsable y coordinador de proyectos de formación continuada del Colegio de Ópticos-Optometristas, confiesa que esa experiencia “fue ampliamente reconocida tanto por los alumnos como por el docente”. Y sin duda marcó el rumbo de la formación en esta entidad, que sigue utilizando tanto el video interactivo como la plataforma PowerVote.



Atributos

Alumnos y profesores tienen en los sistemas de votación interactivo un importante aliado para que la formación sea más cómoda, inmediata, sencilla e incluso personalizada. Los atributos son reconocidos por todos aquellos que, de manera habitual, recurren a estas herramientas tecnológicas. “Antes, cuando planteabas una pregunta o pedías una opinión de viva voz, únicamente contestaban o expresaban su parecer los más extrovertidos o los que tenían un mayor conocimiento del tema. El resto no decía nada. Por el contrario, con los mandos se puede preguntar de forma colectiva y obtener respuestas individualizadas sin que exista el tradicional miedo escénico”, explica Sonia Solbes Godina.



Por su parte, Ángel Herreros pone especial énfasis en las facilidades que suponen los sistemas interactivos para los profesores. “Permiten conocer en tiempo real cuáles son los aspectos y materias sobre los que deberá hacer mas hincapié durante el desarrollo de su docencia presencial”, asegura.



Asimismo, al disponer de información personalizada de cada alumno al inicio de la formación, es posible comparar los resultados con la evaluación de continuidad y, fundamentalmente, con la evaluación final de conocimientos adquiridos. “Durante el desarrollo de la docencia presencial, el profesor conocerá en tiempo real cuál es la materia sobre la que debe insistir para asegurar el aprendizaje más eficaz de los alumnos”, concluye.



Además, los docentes que utilizan los votadores electrónicos como herramienta para impartir sus clases, destacan la agilidad y el ahorro de tiempo frente a los sistemas tradicionales. “El hecho de que la corrección sea automática es muy útil, porque no hay posibilidad de equivocarte, tal y como ocurría con los exámenes en papel, que había que ir sumando los puntos de cada respuesta. De esta manera ahorramos mucho tiempo”, puntualiza técnico del departamento de formación de Farma Prescripción de Boehringer Ingelheim España.

Publicado
26/04/2009