Año nuevo… ideas y acciones nuevas

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Decir que la crisis tiene su lado positivo puede ser una temeridad, pero empeñarnos en hablar una y otra vez de su lado oscuro y efectos es ya cansino.



La crisis es sinónimo de cambios, de adaptación forzosa, de replantearlo todo, de no dar nada por bueno por el solo hecho de que siempre lo hemos venido haciendo así, porque lo de siempre nos ha llevado a donde estamos ahora.



Con la que está cayendo y los que están cayendo, hay que centrifugar y resetear nuestras ideas, es tiempo de salir de la "zona de confort" y desempolvar el traje de la creatividad y no esperar a que la cosa cambie, sino cambiarla nosotros.



Poner en valor la creatividad es acercarla mucho más a la realidad de nuestro mercado y a las nuevas necesidades de los clientes, proveedores y colaboradores. Si ahora manda la optimización (ajustes) y la rentabilidad (conseguir maximizar los resultados y minimizar el esfuerzo "económico"), entonces esos deben ser el centro de nuestra actividad creativa y nuestras prioridades. Hablamos de la creatividad rentable, de conseguir que una empresa consiga alcanzar muchos objetivos con su evento o sus acciones de comunicación y no por ello se arruine.



Para conseguirlo, humildemente, propongo dos ingredientes: actitud y aptitud de todos.



Sin actitud hacia el cambio, la ilusión por lo nuevo… todo intento es inútil. Debemos empaparnos de proactividad y contagiar a todos los demás.



Si no reaccionamos con decisión, la actual situación y desánimo puede sepultar la ilusión y tras ella van nuestros proyectos y empresas. No es la primera en la que muchos nos hemos visto envueltos y sabemos que podemos y debemos salir adelante. Hay que recuperar la chispa en todo lo que hacemos.



Sin aptitud (formación y conocimiento) todo será mucho más difícil. La oferta formativa en sectores como los eventos, incentivos, congresos y convenciones va creciendo en cantidad y también en calidad, pero hay que saber elegir bien, para que nuestro principal recurso, el factor humano, esté preparado con capacidad no para reaccionar, sino para anticiparse. Si un curso no te va a permitir anticiparte a los cambios, a lo mejor ya está obsoleto.



Pero la formación y el conocimiento no solo se cultivan en cursos reglados o no. El día a día de un profesional despierto, curioso, con los ojos y oído bien abiertos y con la humildad necesaria para aprender de todos y de todo es el mejor máster que podemos tener. A veces lo comento con colegas del sector o compañeros formadores: hay una crisis de observación, de aprender de lo que nos rodea y sus cambios, de escuchar, de aprovechar los nuevos canales de información y saber gestionar esa información inteligentemente.



Sin duda es tiempo de cambio, sí o sí. Pero cambio decidido, no una chapucilla o un arreglillo. Cambios en la forma de mirar y en la forma de actuar, con la firme convicción y la motivación de que los nuevos tiempos, por duros que sean, nos abren nuevas oportunidades y nos obligan a abrir nuevos caminos, como los que ya se abren en sectores como los eventos, los congresos, la hostelería… con el uso de las nuevas tecnologías y los nuevos canales de comunicación online. Los eventos 2.0, por citar un ejemplo que merece mucha atención.



Feliz año y feliz cambio.



@davidserranoes

Publicado
15/01/2012