Test de Antígenos para Eventos
En una época marcada por el dichoso bicho que está afectando a todos los estamentos de la sociedad, todos sabemos que dicho efecto ha impactado al mundo de los eventos de forma exponencial, ya que en este segmento de negocio se juntan los factores que en teoría incrementan los riesgos de contagio: mucha gente junta, movimientos de masas, contactos interpersonales directos, espacios cerrados, etc.
Es por ello que, a la espera de que los procesos de vacunaciones se vayan asentando y ampliando su alcance a toda la sociedad y a medida que los eventos van volviendo poco a poco a resurgir de sus cenizas, se está haciendo tan necesario la prevención insitu, es decir, el control sanitario de la gente una vez llegan a los lugares de los eventos. Independientemente de si son deportivos, culturales, corporativos, sociales… las autoridades exigen una seguridad de que los asistentes están sanos y libres de virus, por lo que aquí y ahora ha entrado en juego un nuevo elemento clave: los tests presenciales.
Cuando pensamos en tests para el coronavirus, lo primero que se nos viene a la mente es el ya famoso “PCR” (“polymerase chain reaction” por si alguna vez te lo habías preguntado), pero este tipo de prueba tiene el inconveniente de que sus resultados no son posibles hasta que pasen varias horas, por lo que no nos vale para la celebración de un evento presencial. Otra opción es un análisis serológico, que, aunque puede aportar información pasada y futura, así como el momento en el que se encuentra la infección, ocurre lo mismo que con el PCR, que los resultados no se conocerían hasta pasadas más horas incluso.
Pero en septiembre del año pasado, el Ministerio de Sanidad aprobó el uso de test de antígenos para comprobar si una persona porta el Covid-19 o no. La Comunidad de Madrid fue la pionera y la que exigió, entre otras regiones, su uso masivo para detener el avance de la pandemia de coronavirus. En un principio, muchos expertos pusieron en duda su eficacia, aunque la segunda generación de tests han mejorado de forma sustancial la efectividad de los resultados.
Las 3 grandes ventajas de un test de antígenos, trasladado sobre todo al mundo de los eventos son:
- Son rápidos (resultados en escasos minutos)
- No se requiere un laboratorio para analizar las muestras
- El personal sanitario que realiza la prueba no necesita un entrenamiento especial
- No son dolorosos y apenas incomodan
- Son relativamente baratos (su actual precio de mercado ronda los 25-30 euros por test)
- Su fiabilidad se sitúa entre el 93% y el 99%, según el modelo, con tendencia a seguir mejorando en este aspecto.
Por consiguiente, estos nuevos tests han supuesto un antes y un después para los eventos, ya que se estima que con por ejemplo 3 enfermeros, se pueden realizar hasta 60 test por hora.
Aunque estas pruebas no son obligatorias y quedan sujetas a la decisión del organizador del evento, se han convertido de repente en una herramienta muy útil para ellos. Los hechos demuestran que en los eventos profesionales apenas ha habido rebrotes o contagios desde el comienzo de la pandemia, ya que además se encuadran en un marco de asistentes responsables.
Obviamente hay que continuar respetando todos los protocolos ya existentes (higiene de manos, mascarillas, distancias… ), pero se ha conseguido que para las empresas hayan cambiado la percepción de su responsabilidad hacia el potencial riesgo que conlleva cualquier evento organizado por ellos.
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