Esta edición, las ponentes fueron mujeres destacadas por su trabajo con datos en disciplinas como periodismo, innovación social, arte y cultura o tecnología
La comunidad DataBeers Málaga celebró el pasado jueves 29 de noviembre, en Le Grand Café Centro el decimotercer encuentro desde que arrancara a finales de 2015. A modo de bienvenida del Talent Woman, macroevento que pretende visibilizar el talento femenino en Ciencia y Tecnología y que ha escogido Málaga para su estreno en España, fueron cinco las ponencias, todas a cargo de mujeres, sobre proyectos basados en big data, análisis de datos o visualización de datos en innovación social, tecnología, arte y cultura o periodismo.
Con la iniciativa, que cuenta con el apoyo, entre otros, del Ayuntamiento de Málaga, ITRS y San Miguel, se trata de mostrar que cada vez son más las profesionales, emprendedoras, investigadoras y docentes, tecnólogas o no, que innovan y usan los datos para resolver cuestiones o responder a demandas sociales. «No fue costoso localizar a mujeres para las charlas, seguía la trayectoria de muchas e incluso con algunas había colaborado ya», comenta María Sánchez, coordinadora del evento, profesora de Periodismo en la UMA y responsable de proyectos de innovación y formación de profesorado en la UNIA. Hace unos meses se hizo otro Databeers Málaga con ponentes femeninas en su totalidad y que por el evento han pasado, además, mujeres de reconocido prestigio nacional e internacional, como Mar Cabra, coordinadora de los Papeles de Panamá, que compartió en primicia en el tercer Databeers Málaga en 2016 y por la cual recibiría, meses después, un Pulitzer. Sumando, ahora, fuerzas con Talent Woman se ha conseguido, apunta Sánchez, congregar a más público femenino que nunca y ampliar la comunidad.
Con un formato de carácter informal, el esquema ha sido similar al de otros eventos. Tras un tiempo dedicado al networking entre los asistentes tomando cerveza, fueron Sara Sarabia y Cristina Savage, co-directora de La Casa Amarilla y diseñadora y docente de talleres del Museo Picasso de Málaga, respectivamente, las encargadas de abrir las charlas con un análisis sobre la escasa presencia de la mujer en arte y cultura. Les siguió Nerea Luis Mingueza, experta de género en la Fundación COTEC, doctoranda en Inteligencia Artificial en la Carlos III de Madrid y fundadora del congreso sobre nuevas tecnologías T3chFest, con su argumento basado en datos sobre la importancia de la diversidad en el ámbito científico-tecnológico.
Tras ella, Yolanda Rueda, presidenta de la Fundación Cibervoluntariosexpuso el modo en que están usando tecnologías y datos en distintos proyectos para atender necesidades reales y generar innovación y cambio social, mientras que Elisa Martín Garijo, directora de Innovación y Tecnología de IBM, presentó un proyecto que usó información de redes sociales y colores para representar las emociones de una audiencia a través de la iluminación de una fiesta en Lanzarote. El evento se completó con una intervención sobre sobre la utilidad del small data para la ciudadanía, por vídeo debido a su imposibilidad de viajar por motivos de salud, de Nagore de los Ríos, periodista de formación, conocida por ser fundadora de Irekia, la primera plataforma de gobierno abierto en España, y hoy emprendedora con Data Driven Communication, empresa en la que mezcla sus dos pasiones, el big data y la comunicación.
Precisamente acercar los datos a las personas, técnicos o no, es la filosofía de Databeers, evento sin ánimo de lucro cuya comunidad en Málaga fue pionera, al surgir a finales de 2015 a partir de la idea desarrollada inicialmente en Medialab Madrid y que hoy cuenta con presencia hoy en diversas ciudades europeas y latinoamericanas.
Además de con ITRS y el Ayuntamiento de Málaga, patrocinadores, es posible gracias a la colaboración del fotógrafo Koke Pérez, Diario Sur y San Miguel. Precisamente el lugar escogido, Le Grand Café Centro, es uno de los dos «TapStation» con los que la marca cuenta en la ciudad, y que ofrece distintas variedades de cervezas de barril inspiradas en el estilo de distintas ciudades del mundo, entre otras, el aroma floral del lúpulo en Delhi o el toque dulce del malata en Londres.