Los asistentes al foro, tras cuatro días de negocios y con más de 50 reuniones programadas entre proveedores y compradores de la industria de MICE, asistieron a la cena de gala en el MNAC el pasado 28 de octubre.
Solfesa fue la empresa encargada de desarrollar el proyecto técnico y artístico, ya que, con su larga experiencia en el sector, dio la confianza necesaria para que el cliente no tuviera que preocuparse de nada que no fuera disfrutar de la fiesta.
La sala oval del MNAC fue el espacio elegido para el banquete. Solfesa jugó fuerte con la iluminación y rodeó todo el perímetro con luces LED, así como la iluminación de todas las columnas para que, de esta manera, potenciaran la grandiosidad de este espacio. Asimismo, las luces móviles alrededor y en el techo de la sala daban una armonía general a la fiesta. La sonorización de la sala fue a través de un equipo de sonido de doble line array suspendido en el techo.
El banquete en la sala oval
Para las exhibiciones y parlamentos previstos durante la cena, Solfesa instaló un escenario con módulos a diferentes alturas que dieron un toque original y innovador al espectáculo. Todo ello fue presentado por un colaborador habitual de Solfesa, un carismático showman que presentó a los anfitriones las diferentes actuaciones de la noche.
Para el cóctel de recepción en el vestíbulo del museo, Solfesa colocó los nuevos focos sin cableado que la empresa alemana Ape Labs les ha adjudicado para su distribución a nivel nacional. Un grupo de cuatro saxofonistas tocaron dulces melodías que proporcionaron un ambiente relajado y distendido durante el aperitivo. El show estaba a punto de empezar…
Entre melodías de fresh jazz y gipsy swing de un trío musical trasgresor y lleno de fuerza, los casi 300 asistentes al acto disfrutaron de la cena que se les tenía preparada en la sala oval. Durante los postres, se reservó la actuación de un grupo de flamenco fusión que, con su baile y sonido, transmitieron al público el profundo sentimiento de la pasión por el flamenco.
El momento culminante de la noche, fue sin duda, la inesperada aparición de un grupo de más de 10 percusionistas que envolvieron todo el recinto con una mezcla de ritmos musicales y visuales e hicieron partícipe al público presente haciéndolo avanzar hasta la cúpula del museo, lugar donde les esperaba el concierto de una banda de lo más rompedora. Éstos, con una estética cyber-glam y un imprevisible directo, ofrecieron diversión a borbotones reinterpretando clásicos de la música pop, rock y disco hasta pasada la medianoche.
La cúpula del MNAC
