A estas alturas, no es nada nuevo manifestar que la pandemia de la Covid-19 ha arrasado con el sector de los eventos en todo el país. La pregunta es, ¿hay plena consciencia sobre quiénes forman este “sector de los eventos”? La realidad es que nos encontramos ante una invisibilización tanto social como organizativa a todos los niveles, que dificulta enormemente la capacidad para cambiar las cosas y pedir auxilio en un momento tan crítico como este.
Esta invisibilización sucede a partir del momento en que el increíble auge de los eventos corporativos y culturales en ciudades como Barcelona y Madrid de los últimos años provoca que miles de autónomos de otros sectores especialicen sus labores únicamente hacia éste, aunque estadísticamente sigan formando parte de su gremio original. Carpinteros, técnicos de montaje, diseñadores, comerciales, seguridad, transportes y un larguísimo etcétera de colectivos y sectores encontraron su fuente principal de ingresos en una industria más viva que nunca, que de pronto se ha visto forzada a parar en seco.
Esta contradicción estructural impide cuantificar con exactitud la aportación real del conjunto al PIB del país, así como el impacto terminal que ha provocado la imposibilidad de realizar eventos presenciales en innumerables empresas de la región.
Es por esto por lo que, al margen de pedir socorro, nuestra única opción es la de proyectar nuevas soluciones. Soluciones adaptadas, seguras y viables. Soluciones que respondan a las necesidades actuales de nuestra industria;
Afrontar el miedo:
El desconocimiento absoluto de la crisis que estamos viviendo genera inevitablemente incerteza y, sobre todo, miedo. Este malestar se transforma en una completa incapacidad para tomar decisiones a largo plazo, lo que a su vez impide determinar cuándo y cómo se puede revitalizar el sector.
Creemos que la salida no consiste en despojarse del miedo sin argumentos ni mecanismo alguno, si no combatirlo con garantías. Necesitamos un sistema de eventos seguros, adaptable y validado por autoridades sanitarias expertos en la materia, que avale la ejecución de eventos como actividades seguras para la ciudadanía.
Adaptabilidad:
Otra palabra que escuchamos constantemente es “adaptación”. “Adaptarse o morir”. El problema aparece cuando planteamos el cómo de esta adaptación. La primera alternativa en nuestro mundo ha sido el evento virtual, pero ¿es realmente una adaptación efectiva y viable para todos los colectivos? ¿Cómo se adaptan los “venues” a los eventos sin público? ¿Dónde se reubican los medios de transporte cuando no hay nadie a quien llevar, técnicos de montaje donde no hay nada que montar, o decoradores donde no hay espacios para vestir?
El evento presencial urge medidas que proporcionen una adaptabilidad real para todos los grupos de trabajo.
En Saez DeCom queremos ayudaros https://saezdecom.com/como-evitar-el-covid-en-eventos/
